Las emergencias dentales pueden surgir de la nada, causando dolor, daños y dolores de cabeza financieros. La mejor manera de prepararse para una emergencia dental es planificar con antelación para que, si ocurre algo, pueda actuar inmediatamente. Tener un plan reducirá el estrés y podría significar la diferencia entre salvar o perder un diente. A continuación, te presentamos algunas de las emergencias dentales más comunes, así como consejos del dentista Salvador García para manejarlas.
Emergencias dentales comunes
Diente caído: Diversos tipos de traumatismos pueden hacer que pierdas un diente cuando menos te lo esperas. Si un accidente le hace perder un diente, busque el diente, enjuáguelo con agua tibia y vuelva a colocarlo suavemente en la cavidad y sujételo con una gasa. Sujeta el diente por la corona, para no dañar los nervios de la raíz ni los tejidos blandos. Si no puedes volver a colocarlo en la boca, mantenlo en un vaso de leche hasta que puedas acudir a tu dentista. Cuanto antes te atiendan, más posibilidades tendrás de salvar el diente.
Diente agrietado, astillado o fracturado: Si descubres que tu diente está agrietado, astillado o fracturado, acude a tu dentista lo antes posible. Enjuagarse la boca con agua salada tibia puede ayudar a eliminar las bacterias y reducir el riesgo de infección. Utiliza una compresa fría en la mejilla o la mandíbula para limitar la hinchazón y frenar el sangrado.
Puedes tomar paracetamol para el dolor, y si el diente es irregular o afilado, puedes cubrirlo temporalmente con un trozo de cera dental. La buena noticia es que existen muchas técnicas para reparar tu diente, como la adhesión, las fundas o coronas y las carillas.
Corona suelta: Las coronas son soluciones duraderas para muchos problemas dentales, pero no duran para siempre. Si pierdes o rompes tu corona, pide una cita con tu dentista tan pronto como puedas. Si puedes, limpia bien el interior de la corona con agua tibia (no con jabón). Si es posible, consigue un poco de adhesivo dental en la farmacia local y aplícalo en el interior de la corona y colócala de nuevo en tu diente. Déjala en su sitio hasta que puedas acudir al dentista.
Caries dolorosas: Para muchos, los dolores de muelas crónicos y la sensibilidad a la temperatura son signos de caries. Esto puede convertirse en una emergencia dental, especialmente si se ignora durante un período prolongado. Sin tratamiento, las bacterias pueden extenderse al tejido interno del diente o a las encías. Los procedimientos para restaurar los dientes después de la caries pueden ser extensos, extendiéndose a la terapia del canal de la raíz y a veces a la extracción del diente.
Absceso en las encías: Un absceso en las encías está causado por una infección entre los dientes y las encías. Si tiene dolor, inflamación o sensibilidad en las encías, llame a su dentista inmediatamente. El tratamiento incluye el drenaje del absceso, una limpieza profunda y, a menudo, antibióticos para tratar la infección.
Dolor severo de dientes o mandíbula: Múltiples factores pueden causar dolor de mandíbula, desde la infección hasta el rechinar de dientes. Algunas infecciones de los senos paranasales pueden presentar dolor de dientes incluso si no hay nada malo en realidad con sus dientes. Si tiene un dolor dental intenso, especialmente si va acompañado de hinchazón o sangrado, llame a la consulta dental y describa sus síntomas.
Para lidiar con el dolor hasta su cita, utilice un analgésico de venta libre, como la aspirina o el ibuprofeno. Puede aplicar brevemente una compresa fría en la zona de la mejilla; no aplique hielo directamente sobre los dientes o las encías.
Una de las mejores formas de prepararse para una emergencia dental es tomar medidas preventivas antes de que se produzca una emergencia. Visite a su dentista cada seis meses para que usted y su dentista estén preparados para cualquier emergencia.
Un aparato dental también puede ayudar a evitar la necesidad de atención de urgencia. A continuación le presentamos dos aparatos bucales convencionales y sus usos.
Un protector nocturno se utiliza para proteger los dientes del rechinamiento nocturno. Proporciona una barrera entre los dientes superiores e inferiores y evita que se desgasten.
Los protectores bucales especialmente diseñados para deportistas pueden reducir el riesgo de lesiones dentales relacionadas con el deporte. La Asociación Dental Americana recomienda un protector bucal hecho a medida por un profesional para todos los deportes de contacto y colisión.
Busque siempre un tratamiento profesional
Si tiene una emergencia dental, atiéndala de inmediato. Una respuesta rápida puede marcar la diferencia entre una simple reparación o un tratamiento más complicado. Antes de acudir a su cita, aquí tiene algunas cosas que puede hacer para mejorar el éxito de su tratamiento.
- Documente sus síntomas
- Preservar sus dientes o cualquier trabajo dental perdido
- Abordar el dolor de forma correcta
- Revele toda la medicación
Las emergencias dentales pueden ocurrir en cualquier momento, y cuando lo hacen, tratar de averiguar el mejor curso de acción en el momento puede sentirse abrumador. Esperamos que estos consejos te ayuden, y si tienes alguna medida adicional para manejar una emergencia dental, por favor, compártela.