¿Alguna vez has escuchado una canción o visto una película desde tu dispositivo y te ha interrumpido un anuncio? Se trata de un ejemplo clásico de outbound marketing, que tiene la característica de interrumpir momentáneamente la actividad del consumidor para ofrecerle un mensaje publicitario que no ha solicitado. Sin embargo, hoy en día estamos constantemente vigilados, por lo que las empresas pueden comunicar sus anuncios de forma muy perfilada, evitando molestar incluso a los usuarios que no son su objetivo.
Esto es lo que hace Spotify, que, a través de Spotify Ad Studio, permite la creación de campañas publicitarias y la publicación de anuncios de audio y vídeo en la plataforma de streaming de música.
LA FOCALIZACIÓN PUEDE TENER LUGAR A TRAVÉS DE:
- géneros musicales;
- intereses (basados en los programas escuchados por el usuario);
- actividades realizadas (se elige una lista de reproducción en función de lo que se esté haciendo, por ejemplo, gimnasio, cena, relajación);
- ubicación geográfica (código postal, ciudad o país) indicada en el momento de la inscripción.
En este último caso, hablamos de marketing de proximidad, una técnica de engagement que permite a los anunciantes llegar a los usuarios que están cerca de un determinado lugar de interés y comunicarles anuncios sobre un negocio cercano.
Estas funciones también estarán disponibles en Italia a partir de marzo de 2021 y, para dar tus primeros pasos en el mundo de la publicidad de Spotify, tienes que abrir una cuenta y configurar tu primera campaña publicitaria con un presupuesto mínimo inicial de 250,00 euros.Entonces, ¿a qué esperas?
Outbound e inbound marketing: ¿conoces las diferencias?
El término outbound marketing designa un método de marketing tradicional que consiste en una serie de actividades publicitarias, promocionales y de venta basadas en una comunicación unidireccional con el interlocutor (publicidad push). También se llama marketing de interrupción, porque interrumpe la actividad que está realizando el consumidor.
Ejemplos:
- la publicidad televisiva, es decir, la que interrumpe al usuario mientras ve una película, un programa, etc;
- anuncios promocionales mientras se ve o se escucha el streaming;
- correos electrónicos no deseados que obstruyen la bandeja de entrada;
- anuncios en periódicos, diarios o revistas;
- anuncios publicitarios;
- actividades de telemarketing que proponen ofertas directas;
- Las ventanas emergentes que se abren en el sitio por el que se navega;
- ventas a domicilio;
- folletos que se distribuyen mientras se camina por la calle.
Sin embargo, hoy en día el consumidor es más tecnológico y busca en la red las empresas y los productos que necesita. Una de las razones por las que se puede optar por una estrategia alternativa o complementaria se basa en el inbound marketing, una forma innovadora de comercialización para atraer nuevos clientes a través de una comunicación menos invasiva y más útil.
El inbound marketing se centra en la creación de contenidos de calidad que deben atraer el interés de la gente por la empresa o el producto. El contenido debe ser percibido como interesante, atractivo, útil, para que la empresa pueda destacarse y atraer a un público objetivo.
Las campañas de inbound marketing siguen la lógica del pull, es decir, aquellas formas de comunicación publicitaria solicitadas directamente por el visitante.
Para aumentar la reputación y la visibilidad de una marca hoy en día, es indispensable trabajar el marketing de contenidos, explotando textos orientados al SEO, imágenes y vídeos de calidad que llamen la atención de un público más amplio y consciente que el extemporáneo que se puede interceptar con las acciones de salida.
Para maximizar la comunicación, incluso en los canales sociales, las empresas deben ceñirse a un porcentaje medio del 70% de contenidos útiles para los usuarios y atractivos para nuestra audiencia, y un 30% de contenidos que hablen de la marca o la empresa, señala Leovel.