Desde hace varios años, el subjuntivo ha sido sustituido a menudo por el indicativo, en muchos casos porque la gente tiene dudas sobre su uso correcto. Veamos juntos cuándo y cómo utilizarla, con la esperanza de que recupere algo de vitalidad.
¿Cuándo se utiliza este modo verbal? Se utiliza sobre todo en las oraciones subordinadas, pero también en las principales; suele ir introducido por la conjunción que, y por otras que veremos más adelante, y los verbos que intervienen expresan incertidumbre, dudas, voluntad, incredulidad, opiniones, hipótesis, deseos, temores, expectativas, preferencias, estados de ánimo, etc.
Pongamos algunos ejemplos:
- si queremos expresar un deseo, una preferencia, escribiremos: Hubiera preferido que la camisa fuera naranja; deseaba que el tiempo pasara rápido;
- para expresar consideraciones personales utilizando verbos como creer, creer, pensar, hipotetizar escribiremos: creo que es apropiado posponer esta compra; creo que relajarse es importante; pensé que no era útil;
- en el caso de las incertidumbres y los temores: no estoy seguro de que sea la elección correcta; tengo miedo de que sea perjudicial;
También para expresar estados de ánimo, positivos o negativos, el subjuntivo es la opción correcta: Me alegro de que estés bien; siento que no hayas podido localizarme.
El subjuntivo también se introduce con adjetivos o pronombres indefinidos. También se utiliza después de oraciones introducidas por expresiones o verbos impersonales: es probable que nunca ocurra; es imprescindible en estos casos que tomes partido; es un hecho que debes ir a las urnas; es extraño que no haya ocurrido todavía; parece que no puedes parar; sólo tenías que llamarle.
Las conjunciones también influyen en la elección del modo verbal, de hecho algunas de ellas implican el uso del subjuntivo. Veamos cuáles son:
- las conjunciones compuestas (formadas por varios elementos univerbales): aunque, para que, a pesar de, a pesar de, aunque;
- las locuciones de subjuntivo (formadas por varias palabras que, aunque separadas entre sí, cuando se escriben en secuencia forman una conjunción): salvo que, en tanto que, sin que, ante que, como si, a causa de que, siempre que, en el caso.
Pongamos algunos ejemplos: puedo aguantar a pesar de que hace calor; es mejor acompañar al niño para que adquiera mejor las nociones; el experimento se puede hacer siempre que haya espacio suficiente.
Los casos en los que se utiliza el subjuntivo no terminan aquí, pero los que hemos mencionado son los principales, señala Leovel.